Por Adriana Gil
En 1983, se estableció el 5 de septiembre como Día Internacional de las Mujeres Indígenas en homenaje la lideresa aymara Bartolina Sisa quien fue asesinada en dicha fecha por las fuerzas realistas en el Alto Perú.
La conmemoración se estableció en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en Tihuanacu (Bolivia) en 1983, según indica el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos que funciona bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (CIPDH-Unesco).
Esta conmemoración se propone reivindicar y visibilizar la trascendencia de las luchas de las mujeres indígenas que se suceden sin pausa en distintos lugares del mundo, buscando denunciar, visibilizar y rebelarse contra el orden injusto quepretende someterlas.
Se calcula que hay 476.6 millones de personas indígenas en el mundo, de los cuales más de la mitad (238.4 millones) son mujeres, revela ONU Mujeres, una entidad dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento.
La lucha de las mujeres cumple un papel fundamental en la conservación de su cultura, sus lenguas y sus tradiciones; en la protección del medio ambiente y la biodiversidad; y en la lucha contra el cambio climático.
No obstante, existen enormes brechas de desigualdad en América Latina y el Caribe que atentan gravemente contra la autonomía de las mujeres, en especial en el caso de los grupos indígenas debido a los multiples tipos de violencias y discriminación desde hace siglos.
Por ello, con esta conmemoracion se busca promover una cultura que respete, reconozca y apoye los liderazgos de las mujeres indígenas, asi como prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia hacia ellas, incluyendo la violencia que impide y afecta su participación en la vida pública.