Por Adriana Gil
Un 18 de agosto
de 1936 y a la temprana edad de 38 años, moría fusilado el extraordinario poeta
español Federico García Lorca. Oriundo de Granada y nacido en el seno de una
familia acomodada, fue bautizado como Federico del Sagrado Corazón de Jesús
García Lorca.
Estudió las
carreras de Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Granada y
gradualmente comenzó a interesarse por la música y la literatura. Su primer
libro en prosa fue Impresiones y paisajes,
publicado en 1918, una pequeña antología sobre temas políticos y sobre sus
intereses estéticos. En su época de estudiante pudo relacionarse con figuras
que ya eran relevantes en el mundo de la política, la literatura y la ciencia
como John Maynard Keynes, Manuel de Falla, Marie Curie, entre tantos otros. Estas
interacciones contribuyeron a fortalecer su formación y a encauzar su
compromiso político.
Fue parte de la
famosa Generación del 27 en la que se incluyen escritores como Jorge Guillén,
Pedro Salinas, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, entre otros. Cuando comienzan los
primeros atisbos que darían lugar al inicio de la Guerra Civil Española y
siendo funcionario de la República fue advertido de que se exiliara para resguardar
su vida, pero se negó a hacerlo. Siempre manifestó su simpatía por los
perseguidos, los gitanos, los judíos, los pobres y dio testimonio con su vida y
con su obra de su profunda conciencia social y su postura antifascista. El
ejército de la Falange lo apresó en Granada y lo fusiló. Su cuerpo nunca se encontró
y se cree que está enterrado en una fosa común en las cercanías donde fuera
apresado.
Entre sus obras magistrales se destacan Poeta en Nueva York, Romancero gitano, Sonetos del amor oscuro, La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera, por mencionar algunas entre poemas y obras de teatro.