Un 15 de abril de 1938, fallecía en París, a los 46 años, el escritor y poeta peruano Cesar Vallejo Mendoza, uno de los más grandes exponentes de la vanguardia literaria y el compromiso con su tiempo de América Latina. Había nacido en 1892 en el pueblo de Santiago del Chuco, al norte de Perú y fue el menor de once hermanos.
En 1911, partió a Lima donde comenzó a estudiar la carrera de
Medicina, pero más tarde se dedicó de lleno al estudio de Letras en la
Universidad de Trujillo donde se graduó en 1915 con una tesis sobre el
romanticismo en las letras castellanas. Cuatro años después publicaría su primer
libro, Los heraldos negros, una de sus obras maestras junto a Trilce
editada en 1922.
Injustamente
acusado por vandalismo en su ciudad natal fue encarcelado durante cien días, y
esa experiencia marcaría profundamente su recorrido literario y su participación
política. Fue activo protagonista en hechos cruciales y en los movimientos
renovadores del Perú e interlocutor asiduo de Víctor Haya de la Torre y de José Carlos
Mariátegui. Luego de este episodio, viajó a París y comenzó a escribir
artículos para revistas limeñas y el diario El Comercio. En 1926, con el
ensayista y poeta español Juan Larrea, editó la revista Favorables Paris
Poema, en la que colaboraron los poetas chilenos Vicente Huidobro y Pablo
Neruda, el francés Pierre Reverdy, el rumano Tristán Tzara y el español Gerardo
Diego, entre otros. Después de su viaje a Rusia en 1928, comenzó a adherir al
marxismo y ese mismo año se casó con la escritora francesa Georgette Philipart
Travers.
Sus simpatías por
la Unión Soviética le valieron la expulsión de Francia y se exilió en España. Allí
publicó la novela Tungsteno y el ensayo político Rusia en 1931.
De regreso en París, escribió cuentos, ensayos, poemas y tres obras de teatro, entre
ellos, Poemas humanos, con textos escritos entre 1932 y 1938 que fueron
publicados póstumamente. En España, combatió junto a los republicanos, quienes publicaron
los quince poemas de España, aparta de mí este cáliz, cuya edición fue
destruida por el franquismo.
Daniel Titinger, escritor y periodista limeño autor del
libro El hombre más triste del mundo. Retrato del poeta César Vallejo, escribió:
“Fue un poeta revolucionario, y lo digo en el sentido literario,
vanguardista: fue un pionero de la vanguardia en la poesía en español, años
antes de que se hablara de la vanguardia en España. Sus versos son humanos,
muchas veces crípticos, pero traspasan la piel y el hueso. Está a la altura de
los mejores poetas del mundo, no sólo en español, y debería leerse y hasta
venerarse. Sin embargo, en Perú, salvo una élite lectora, a Vallejo no lo
leemos. No somos un país que consuma poesía. Cuando hablo de país, generalizo.”
La obra de Cesar Vallejo es monumental y apasionante, lectura obligada para entender la América en que vivimos. Un poeta que dominaba el arte de las palabras, pero lejos de la rigidez de las convenciones y los mandatos literarios. Un poeta a descubrir y admirar.